Enseñanza de la Ciencia Basada en la Indagación (ECBI) es un método que se aplica en los Ciclos 1 y 2 del Liceo, que se basa en la indagación y la experiencia directa para aprender ciencias.
Conectar a los niños y niñas directamente con los fenómenos naturales, los procedimientos científicos, los desafíos tecnológicos y su aplicación en la vida cotidiana, son algunos de los objetivos del método de Enseñanza de la Ciencia Basada en la Indagación (ECBI) con el que trabajan los y las estudiantes, educadoras y asistentes de los Ciclos 1 y 2 del Liceo Experimental Manuel de Salas, para ofrecer a los y las menores la oportunidad de poner procedimientos a prueba, recolectar datos, utilizarlos para sacar conclusiones y comunicar a otros y otras sus descubrimientos.
La metodología ECBI ha demostrado que los y las estudiantes aprenden mejor cuando se encuentran en un ambiente donde pueden realizar sus propios descubrimientos y construir -en forma activa- el entendimiento de los conceptos científicos que están conociendo. Este método, respeta y considera los aprendizajes previos de cada individuo para avanzar sobre esa base o modificar –si es necesario- las ideas previas. Para este diagnóstico se utiliza papelógrafo, dibujos, se les solicita realizar predicciones respecto a un problema o situación y realizar descripciones, secuencias o explicaciones a partir de la observación, lo que es registrado en el “Cuaderno de Ciencias”, para luego ser analizadas para la elaboración de las conclusiones.
Lo interesante de ECBI es que es una metodología vivencial y activa, donde todos/as son protagonistas de su aprendizaje. Cada lección es trabajada en cuatro etapas prácticas: La primera es la focalización, momento en que los niños/as, junto a sus educadoras comentan las ideas que tienen sobre un tema, y proponen metas para aprender a través de la discusión y la experiencia personal.
Luego se trabaja en la exploración, donde las y los estudiantes experimentan en forma directa con los objetos, organismos y fenómenos de la naturaleza que están analizando. Para luego pasar a un momento de reflexión, en el que se analizan las observaciones y datos recolectados, se revisan las apreciaciones iniciales relacionadas con el fenómeno investigado y desarrollan nuevas explicaciones para lo que han observado. Para finalizar, con la aplicación de la nueva capacidad de entendimiento a situaciones hasta ahora desconocidas.
Es así como los y las estudiantes del Ciclo 1 se ha maravillado con las papilas gustativas de su lengua al verlas con una lupa y degustar diferentes sabores, comprendiendo y explicado reacciones de causa y efecto; han analizado diferentes tipos de hojas simples, compuestas, anchas, lanceoladas, de diferentes colores y descubierto sus nervaduras, bordes lisos y aserrados, analizado las distintas partes de una flor y realizado el seguimiento de una semilla de trigo hasta que se convierte en pan, entre otras experiencias.
Gracias a esta forma de enseñanza, el aprendizaje resulta más significativo, ya que las experiencias captan el interés y motivación de los niños/as, el error es considerado como fuente de aprendizaje, permitirles hacer preguntas más que responder a las pre fijadas. Mientras el educador actúa como un mediador de aprendizajes, es decir, considera los conocimientos previos de niños/as, dispone de todos los medios necesarios para proveer ayuda oportuna, favorece la autonomía y guía el propio aprendizaje de sus estudiantes.