«Cuál debe ser nuestro rol como representantes de las madres, padres y Apoderadas/os en ese contexto. Sin duda el que nosotros/as definamos y bajo esa óptica expongo algunas ideas sobre cómo podemos desarrollar nuestra asociación para que sea un real aporte a esta discusión». Lorenzo Soto Rivara. Segundo Vicepresidente Apalms.
Han pasado casi dos meses luego de la finalización de la toma realizada por nuestras/os estudiantes y, luego de dejar decantar varias ideas, nace en mí la necesidad de hacer algunas reflexiones respecto a nuestra Apalms.
¿Cuál es el rol que estamos cumpliendo y cuál es el que debiéramos cumplir como Asociación que reúne a todas las madres, padres, Apoderadas y Apoderados de nuestro Liceo?
No hay duda que somos responsables de la educación de nuestras/os hijas/os. Su formación integral depende en gran parte de nuestro rol. No es el Liceo ni los pares por sí solos quienes deben asumir esta tarea. Somos las madres, padres, abuelos y familiares quienes como adultos responsables de nuestras niñas, niños y jóvenes, debemos contribuir con el desarrollo integral de ellas/os como seres humanos.
Bajo esa óptica, cuando nuestra sociedad y, por ende, nuestra Comunidad liceana se hace partícipe de los cambios culturales que son demandados en el contexto nacional y comenzamos a darnos cuenta que no basta con dejar que las cosas sigan como están, buscamos en la educación los mecanismos reales que nos permitan lograr una sociedad más ecuánime e inclusiva. Una sociedad más humana.
¿Cómo logramos que hombres y mujeres tengan realmente el mismo espacio, la misma cabida, la misma dignidad, el mismo respeto y la misma condición de seres humanos en nuestra sociedad? En lo personal, creo que a través de una educación que entregue espacios a los agentes de cambio. En este caso, ya hemos dado un primer gran paso como comunidad con el desarrollo de las estrategias para iniciar la construcción de una educación “no sexista” pero debemos ser capaces de crear unidad entorno a esa idea.
Cuál debe ser nuestro rol como representantes de las madres, padres y Apoderadas/os en ese contexto. Sin duda el que nosotros/as definamos y bajo esa óptica expongo algunas ideas sobre cómo podemos desarrollar nuestra asociación para que sea un real aporte a esta discusión.
La Apalms nace hace más de 7 décadas con el objetivo de ser un ente de apoyo a nuestro Liceo desde lo valórico, hasta lo meramente operacional o de gestión institucional. Su historia se inscribe en cada una de las etapas de desarrollo del Liceo. Hacia fines de los años cuarenta, Apalms jugó un rol muy importante en la recolección de los fondos que permitieron la construcción de las instalaciones de nuestro Liceo y también fue responsable de la construcción del Refugio de El Tabo, que alberga a nuestra Comunidad en distintas actividades hasta el día de hoy.
Aparte de esos grandes hitos dentro de la historia de la Apalms y nuestro Liceo, cabe mencionar que esta organización ha sido siempre un apoyo, dentro de sus posibilidades económicas, a las familias y los integrantes de nuestra Comunidad que se han enfrentado a dificultades de salud, económicas, etc.
Hoy, sin embargo, nos encontramos viviendo un momento difícil. Producto de la apatía de nuestras/os miembros en la cancelación de sus cuotas, o simplemente porque no hemos sido capaces de visibilizar en nuestra Comunidad cuál es nuestro rol; la injerencia en la resolución de diversas problemáticas de nuestro Liceo sea ha vuelto limitada. Incluso algunas veces prácticamente nula.
El contexto es desafiante y buscamos revertir esta situación. Los tiempos de cambio que vienen nos invitan a ser actores protagónicos en el desarrollo de nuestro Liceo. Hoy debemos, más que nunca, hacer Comunidad y, como Apalms, buscar todas las formas de convocar a nuestro estamento a ser activos, respetando la diversidad de nuestro Liceo pero sin perder de vista las enseñanzas que nos ha dejado nuestra historia.
Lorenzo Soto Rivara. Segundo Vicepresidente Apalms. Ex alumno, generación 1991, Miembro del Grupo Guías Scouts Manuel de Salas del año 1984 al 1998. Padre de Matilde, alumna de Kinder B.