El Programa Transversal de Educación de la Universidad de Chile invitó al Liceo Manuel de Salas a participar y exponer su postura en el coloquio “¿Aula segura o aula ciudadana?, para discutir el proyecto de ley presentado por el gobierno el pasado 20 de septiembre. Revisa la posición del LMS.
Dentro del marco de las V Semana de las Pedagogía organizada por el Programa Transversal de Educación de la Universidad de Chile, el Liceo Experimental Manuel de Salas fue invitado a participar y exponer su postura en el coloquio “¿Aula segura o aula ciudadana?, para discutir el proyecto de ley presentado por el gobierno el pasado 20 de septiembre, que busca facultar a los y las Directoras de establecimientos educacionales para sancionar una serie de conductas de estudiantes con la expulsión o cancelación de matrícula.
Para el Presidente de la República, Sebastián Piñera, la medida pretende “perseguir con toda la fuerza de la ley a aquellos delincuentes y violentistas que, disfrazados de estudiantes”, sin embargo para el LMS estas “herramientas” o “medidas expeditas”, “pueden llegar a condenar la expresión política o ideológica de demandas estudiantiles”.
En el coloquio, donde el Liceo Experimental Manuel de Salas fue representado por el Profesor de Lenguaje y Comunicación y Jefe de Enseñanza Media (Ciclo 4) de nuestra institución, Enrique Avendaño, planteó que “Aula Segura” centra “la atención en la expulsión más que en la prevención o el trabajo de desarrollo de habilidades sociopolíticas conducentes a formar estudiantes que en un futuro cercano serán ciudadanos”.
Se afirmó que a propósito del proyecto “creemos importante poder contar nuestra experiencia, de cómo se ha trabajado en Comunidad para la elaboración de un Proyecto Educativo”. Esta instancia, en la que los y las Estudiante tuvieron un rol vinculante y de igual relevancia que los otros estamentos del LMS, fue evocada para mostrar la concepción que el Liceo promueve del estudiantado: “El LMS comprende a sus estudiantes como seres sociales”.
En consecuencia, el Profesor Avendaño citó al psicólogo español Ignacio Martín-Baró: “Al decir que el ser humano es un ser social, se afirma que es un sujeto político que se constituye a partir de un proceso de socialización que se da en una relación dialéctica individuo-sociedad. Lo político es la satisfacción sistemática de necesidades y el mantenimiento del bienestar de una comunidad”.
“Nos resulta contradictorio, entonces, los fundamentos esgrimidos por el Ejecutivo para la materialización del proyecto de ley “Aula Segura”, pues pareciera desconocer las facultades que le ha otorgado a las mismas comunidades”, agregó. “Más aún cuando en los antecedentes del proyecto se señala que ´nuestro orden jurídico no contempla las herramientas adecuadas para que los establecimientos educacionales (…) puedan enfrentar de manera eficaz aquellas situaciones en que son afectados por hechos de violencia manifestada´, citó. “Es decir, la manera eficaz propuesta es la expulsión inmediata, reduciendo el periodo de apelación de 25 a 5 días para la reconsideración de la medida por la misma persona que ya había resuelto en primera instancia”, expuso.
“Desconozco y dudo si algún establecimiento educacional no considere en su reglamento interno que un hecho delictual es una falta grave o gravísima y otorgue a las autoridades de esa institución la atribución de tomar medidas punitivas en esa línea”, ironizó.
“Creemos que debemos estar alerta de cuáles pueden ser los alcances que estas “herramientas” o “medidas expeditas” que se pretenden otorgar a Directores o Rectores, ya que pueden llegar a condenar la expresión política o ideológica de demandas estudiantiles que se arrastran por más de una década”.
En ese sentido, “centrar la atención en la expulsión más que en la prevención o el trabajo de desarrollo de habilidades sociopolíticas conducentes a formar estudiantes que en un futuro cercano serán ciudadanos, y como tales se requiere de su participación activa, a nuestro entender es retornar a convencer de que el problema no es en sí el daño que un sujeto pudiere causar con sus actos, sino el daño que un sujeto pudiere causar con su visión ideológica de la construcción de sociedad, lo que resulta altamente peligroso si recordamos que el quiebre institucional de nuestro país hace cuarenta y cinco años se debió a la necesidad de acallar las voces y mentes de aquellos y aquellas que idearon una sociedad distinta”, dijo.
“El aporte que el Liceo Manuel de Salas puede hacer a la educación pública en este sentido es compartir la experiencia de la resolución de disensos a través del ejercicio dialógico con y entre su comunidad. Ejercicio que no está exento de vicisitudes, de posturas desiguales y a veces de fracasos, pero que se mantiene como un principio básico que sustenta la convivencia en su interior, por lo tanto persiste como una necesidad permanente”.
El Profesor cerró la exposición del Liceo citando el documento de la UNICEF “Superando el Adultocentrismo” para sostener esta “coexistencia generacional”: “los y las adolescentes tienen el derecho a opinar sobre los asuntos que les afectan y el adulto debe considerar con respeto y seriedad esa opinión. De esta manera los y las adolescentes aprenderán a tomar decisiones y, paulatinamente, más responsabilidades. Con ello el adulto no renuncia a su autoridad, sino que acompaña, guía con respeto y entrega elementos de juicio para que las y los adolescentes tomen decisiones por sí mismos/as”.