Felipe Lecannelier, Doctor en Psicología Infantil
Desde el punto de vista del experto, el origen de estos problemas están en el tipo de educación y crianza que ejerce el adulto, la que se caracteriza por ser poco empática con los hijos/as. En ese sentido hace un llamado a mirar las cosas desde el punto de vista de los niños, niñas y jóvenes, y a ser conscientes del efecto que tiene el aplicar prácticas negativas en la crianza.
Los hechos demuestran que Chile es víctima de una epidemia que genera dificultades socioemocionales en niños y niñas producto de los altos niveles de estrés que la sociedad les impone. Enfrentar esta situación desafía a madres, padres, docentes y a todos quienes participan de la crianza y educación de niños, niñas y jóvenes, a modificar las formas cotidianas de relacionarse con ellos y ellas, pero sobre todo a desarrollar un tipo diferente de conciencia empática hacia la infancia. De lo contrario, los niveles de enfermedades mentales y físicas en la infancia serán cada vez más graves.
Atendiendo a esta necesidad de cambio, el Liceo Experimental Manuel de Salas invitó al Psicólogo Magister en Epistemología y Filosofía de las Ciencias de la Universidad de Chile, y Doctor en Psicología de la Universidad Autónoma de Madrid – España, Felipe Lecannelier, a presentar la charla “Criar Con-Ciencia: apego y respeto para la infancia”, actividad que se realizará el martes 20 de agosto a las 19:00 hrs. en el Aula magna del Liceo y a la que toda la Comunidad Manuelsalina está convocada.
La charla busca abordar desde una metodología que combina la exposición didáctica con el análisis de situaciones cotidianas en la crianza, diferentes temas y problemáticas -actuales y futuras- para lograr emprender una educación y crianza de calidad, basada en el bienestar, respeto del desarrollo y experiencias de nuestros niños, niñas y jóvenes.
¿Cuál es el panorama actual de la realidad chilena sobre las dificultades emocionales en la infancia?
He participado en varios estudios -que vamos a presentar en la charla- en los que se compara la salud mental de niños y niñas chilenos/as con otros países. En general, Chile se ubica en los lugares más preocupantes, llegando a posicionarse en la categoría de epidemia.
¿Estas dificultades son transversales a cualquier clase social?
Sí, además es transversal e independiente a cualquier tipo de ciudad. Es algo bien propio de toda la realidad chilena.
¿Cómo se manifiestan esos problemas?
La cantidad de problemas emocionales y sociales que tienen los niños y niñas, en términos simples son de dos tipos. Primero los externalizantes, donde el niño/a siente estrés y lo expresa hacia afuera con una gama de conductas como la agresividad, actitudes oposicionistas, rebeldía o con déficit atencional e hiperactividad. Los otros y mucho más graves, son los internalizantes, en los que los/las niños/as no pueden expresar hacia afuera sus emociones, entonces se las guardan y es por lo que aparece la ansiedad, la depresión, problemas para dormir, los miedos, etc.
¿Cuáles son las causas?
Se ha descubierto que una de las razones por las que tenemos esta epidemia de estrés y salud mental es, por una lado, por el tipo de educación que tenemos y por otro, la forma de crianza que en general el adulto chileno suele ejercer.
En términos generales, este tipo de crianza se caracteriza por ser muy poco empática con el niño o niña y se basada en el reto, el castigo y en la crítica: eso enferma, no genera ningún beneficio.
¿Hay que eliminar el adultocentrismos de nuestra relación con niñas y niños?
Sí. El problema que tiene Chile es que las prácticas de crianza, la educación y las políticas públicas son adultocéntricas. Nunca consideran realmente el bienestar de los niños/as, por eso los datos que tenemos.
¿Qué podemos hacer al respecto, cuál es el desafío?
La propuesta actual es que, más allá de decirle a los papás y mamás lo que tienen que hacer, el principal consejo es que comiencen a ser más empáticos con sus hijos/as, que les tengan más en consideración y en mente, y que no hagan con ellos/as lo que no les gustaría que le hicieran a ustedes.
Los adultos jugamos un rol fundamental en cuanto al apoyo que podemos dar a los y las estudiantes, sin embargo no nos enseñan cómo hacerlo, qué decisiones debemos tomar o qué estimular, por ejemplo. Cómo podemos y debemos capacitarnos para impactar de manera positiva en los niños y niñas, es uno de los desafíos que las y los adultos deben asumir.
En ese sentido, ¿la charla permite adquirir herramientas para aplicarlas en la crianza?
Justamente el propósito de este tipo de encuentros es entregarles a los y las asistentes una alternativa de cosas por hacer que no impliquen sobreestresar o causarles problemas a los niños y niñas, porque si las herramientas se aplican y generan estrés no sirven.
En este sentido, la mejor herramienta que existe actualmente -y sobre la que profundizaremos en el encuentro- es que las y los adultos aprendan a mirar las cosas desde el punto de vista de los niños, niñas y jóvenes, y que sean conscientes del efecto que tiene el aplicar prácticas negativas en la crianza.
En este sentido ¿cuál es llamado a madres, padres y Docente?
Uno de los grande problemas que hay en la crianza chilena es que los adultos dedicamos muy poco tiempo a nuestros hijos. Decimos que todo lo hacemos por ellos/ellas pero la realidad es que a veces dedicamos muy poco tiempo y poco esfuerzo para hacer lo que decimos que es importante.
Un aporte para el bienestar de niños, niñas y jóvenes es justamente que madres y padres se hagan el tiempo. Una acción en ese sentido es asistir a la charla que les será muy útil porque les va a hacer pensar sobre la crianza. Sería un gesto por sus hijos/as.