El Docente y ex estudiante del LMS, ha sido reconocido por su trabajo como director de la Orquesta Sonidos de Luz, compuesta por músicos/as ciegos/as o de visión reducida.
El Docente Cristóbal Rojas, quien egresó del Liceo Experimental Manuel de Salas el 2003, fue distinguido con el premio Global Teacher Prize Chile (GTP) 2020 en la Categoría Profesor de Música, con el que se busca destacar a los y las docentes que han cambiado la vida de sus estudiantes a través de esta asignatura.
El premio fue entregado a nuestro ex estudiante tras la deliberación del jurado compuesto de figuras claves vinculadas al mundo de la música y la educación: Juanita Parra, baterista y percusionista de la banda Los Jaivas; Yorka Pastenes, Profesora de Música y líder de la banda Yorka; Ron Álvarez, profesor de Música, director y fundador la Dream Orchestra, en Suecia y Felipe Porflitt, profesor de Música y académico Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Con el reconocimiento en esta subcategoría, que se entregó por primera vez en esta quinta edición de los GTP, se reconoció el trabajo del Docente en la dirección de la Orquesta Sonidos de Luz, de la Fundación Luz, compuesta solo por integrantes ciegos o de baja visión. Cristóbal trabaja con ellos y ellas desde el 2015 y creó una técnica compuesta por un pandero, metrónomo y un bajo eléctrico, con los que dirige al conjunto.
Con ello, ha logrado que sus estudiantes superen sus propias expectativas y encuentren un camino de desarrollo como lo hizo Bernabé Catalán, su ex estudiante y el primer músico ciego en ingresar al Conservatorio de la Universidad de Chile; además de desarrollar una vitrina para levantar el tema de la inclusión, a través de importantes presentaciones públicas con Stevie Wonder, Nano Stern o Joe Vasconcellos.
“Para hacer un cambio real en términos de inclusión es necesario comenzar desde muy temprano”, señaló Rojas, quien ha vivido la inclusión y la docencia desde pequeño, con su abuela una pianista ciega y su padre, el Profesor Jorge Rojas, que durante varias décadas ejerció en el LMS.
¿Qué es para ti la música y la docencia?
La música es una expresión natural de los seres humanos, parte de nuestra historia desde sus orígenes y es fundamental para el desarrollo íntegro de las personas porque se conecta con las emociones y la expresión de ellas. Estimula la creatividad y actitudes trascendentes en nuestras vidas. No hay que ser músico para aprovechar todas esas cosas.
Por otro lado, la docencia es la clave para el progreso de la sociedad, es fundamental para generar cambios de mentalidad en temas relevantes como la inclusión, los migrantes, género y todo lo que ha surgido en nuestra sociedad en este último periodo. La educación es el eje principal de ese cambio.
¿Qué sucede cuando se juntan?
Cuando se junta la docencia con la música pasa algo mágico, maravilloso. Uno ve con la docencia musical, cómo se le puede cambiar la vida de las personas. Mis alumnos y alumnas ciegos/as, no tenían mayores expectativas, ya que las actividades por ejemplo en el mundo laboral son súper limitadas. Ahora veo como han encontrado un camino con el cual pueden desarrollarse de manera profesional, se han tomado muy en serio este rumbo que encontraron.
Generaste una técnica para poder dirigir la orquesta Sonidos de Luz y como docente abriste un camino a la inclusión. ¿Cuál es tu posición respecto del vínculo que debe tener la docencia con la inclusión?
Para hacer un cambio real en términos de inclusión es necesario comenzar desde muy temprano. Que desde chicos tengan un ramo o una extensión de una asignatura que les vaya acercando a una persona en silla de ruedas o ciega, por ejemplo. Que no sea algo que llegue después, y cuando se encuentren con una persona ciega no sepan cómo reaccionar.
Se debe incluir en la malla curricular, de lo contrario nunca van a saber cómo reaccionar y van a incomodar a la persona con capacidad diferente, y viviremos eternamente así. Además, creo que estamos viviendo importantes cambios, y es el momento de establecer la inclusión constitucionalmente. Es fundamental porque hay mucha gente con capacidades diferentes y si no fuese tema podríamos vivir en una mayor armonía.
¿Cómo llegó el desafío de la inclusión profesionalmente a tu vida?
Mi vínculo con la inclusión es desde super pequeño porque mi abuela era ciega. La recuerdo tocando el piano, y luego tocar con ella a cuatro manos. Por eso digo que cuando uno lo ve desde chico luego no es tema, no llama la atención y no parece extraño.
Luego de titularme me encontré en distintos trabajos con estudiantes con dificultades, y les enseñé música con todas sus dificultades y fueron parte por igual de los proyectos como bandas escolares, etc.
Luego el 2015 me llamaron a dirigir la Orquesta Sonidos de Luz, de la Fundación Luz, que cumple 96 años. La inclusión en mi vida siempre ha estado presente sin saberlo siquiera.
¿Qué referentes tuviste que te invitaran a dedicarte a la docencia?
Para mi el profesor más importante del Liceo Manuel de Salas, es mi papá, Jorge Rojas que era docente de Ciencias Sociales. Para mi él es el maestro, mi profesor, amigo, guía, consejero. Si bien no me dictó clases en el colegio, es de él de quien he aprendido más en mi vida. Sobre todo desde 1996, año en que falleció mi madre y mi padre tomó las riendas de una casa que se había desmoronado y gracias a él con mis hermanos somos profesionales que se desarrollan en cosas que nos gustan. Es una persona muy real, sincera, abierta. Es mi gran maestro.
Por otro lado, quien me hizo amar la música fue el Profesor Armando Gallardo. Con él estuve en la Pequeña Orquesta. Otro que valoro mucho es Sergio Bugueño, con él estuve en el Conjunto Instrumental.
¿Practicas en tu trabajo elementos modelados por los docentes que mencionas?
Inconscientemente he hecho muchas cosas que Armando o Sergio hacían, pero sobre todo la pasión que le ponen ellos a lo que hacen. Esa cercanía, la preocupación, el trabajo bien hecho. Ellos dos siempre se preocuparon de que sus orquestas suenen bien, buscan una calidad en el sonido y la interpretación. Ese trabajo bien hecho lo aprendí de ellos.