La formadora de docentes, investigadora y Directora del Programa de Doctorado en Educación de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), lideró nuestro Liceo a comienzos de los 90s.
La Profesora Nolfa Ibáñez Salgado, ex directora del Liceo Experimental Manuel de Salas, fue reconocida con el Premio Nacional de Educación 2021 y se convierte en la primera Educadora Diferencial del país en recibir el galardón.
En la ceremonia, el jurado destacó por su «aporte significativo al conocimiento y desarrollo de la educación especial, contribuyendo a la inclusión de niños, niñas y jóvenes», además de «su trayectoria de cuarenta años como profesora, académica y en cargos directivos en el área de la Educación Diferencial, principalmente, en escuelas públicas, Liceo Manuel de Salas, Ministerio de Educación y en la UMCE».
En un video publicado por la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), Ibáñez señala que el ser la primera Educadora Diferencial en obtener el Premio Nacional, «es un reconocimiento para todos y todas mis colegas y es a quienes les dedico el premio». Además, señaló que aprovechará esta «notoriedad pasajera» para «visibilizar su esfuerzo y compromiso con la formación de niños y jóvenes no solo con la educación de contenido, sino con la educación como desarrollo humano».
Actualmente, Ibáñez se dedica a la formación inicial de docentes en la UMCE, lugar donde además es investigadora y dirige el programa de Doctorado en Educación. Esto, luego de toda una vida dedicada a la Educación, cuyo primer gran paso fue poner acción a su curiosidad por el comportamiento de la infancia e instalar un jardín infantil (1974).
Según relató a la revista The Clinic, el único requisito para ingresar era tener al menos 5 años y lo enfocó en la educación psicomotriz y la educación por el arte, con el apoyo de diversos profesionales voluntarios. Naturalmente la imparcialidad al recibir estudiantes trajo con sigo a madres y padres que buscaban un espacio de aprendizaje para sus hijos/as con necesidades especiales, «principalmente motoras y conductuales», puntualizó en al medio.
“Yo ahí vi qué equivocada estaba la imagen colectiva que tiene la sociedad chilena respecto a los niños diferentes… Y eso hizo que yo me interesara profundamente por la educación diferencial”, les señaló. En 1976 y luego de transcendentales experiencias con los procesos educativos, ingresó a la Universidad de Chile para estudiar Educación Diferencial.
Se nutrió de investigación , experiencia y observación y a comienzos de la década de los 80´s elaboró la Metodología Interaccional Integrativa (MII), propuesta que pone a los y las estudiantes como protagonistas, releva sus emociones y el o la docente media. La MII, «considera que los aprendizajes significativos son fruto de la interacción que se efectúa entre un profesor facilitador y un educando constructor de sus aprendizajes, prácticas que generan emociones positivas y que garantizan un desarrollo cognitivo, emocional y por ende la adquisición de nuevos conocimientos», señalan en una publicación de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
«El aprendizaje es un fenómeno de transformación en la convivencia y la aceptación del otro, como legítimo otro», afirmó hoy la Doctora Nolfa Ibáñez Salgado, tras consagrarse como una de las mujeres ícono de la educación chilena.
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