«Gratitud, qué más podemos declarar en este nuevo Día del Trabajador de la Educación», señala el Director, Profesor Álvaro Ramírez Lizana, en la misiva.
Querída comunidad trabajadora:
En este día tan significativo, comparto a ustedes todo mi afecto y reconocimiento. Han sido meses de permanente búsqueda y adaptación, y nuestros esfuerzos nos han permitido llegar a un nuevo día de la Trabajadora de la Educación recibiendo cada mañana a todos los cursos de nuestro querido Liceo.
Volvieron las conversaciones amenas en clases, los recreos bulliciosos, las risas. Volvimos a ser lo que siempre fuimos. Ya no somos los mismos, que duda cabe. Luego de todo lo vivido hoy somos más fuertes, y comprendemos mejor que el auténtico centro de nuestros cotidianos afanes está en los ojos brillantes de un niño o una niña queriendo saber más, queriendo hacer más.
La distancia avivó nuestro amor por nuestra imprescindible, y no siempre reconocida, labor. Hoy volvemos a nuestras aulas completas, y si esto ha sido posible ha sido gracias a que cada una y uno supo cumplir con su deber. Nuestras auxiliares en su incesante habilitación de los espacios, nuestros asistentes técnicos manteniendo todos los equipos operativos, nuestros equipos de apoyo coordinando todas las necesidades logísticas de nuestras docentes, quienes han puesto todo a su alcance para brindar las mejores experiencias de aprendizaje dentro de nuestros reducidos tiempos. Cada una y cada uno dependió de otro para lograrlo, y aquel estuvo allí en su apoyo. Gratitud, qué más podemos declarar en este nuevo Día del Trabajador de la Educación.
Un abrazo querida comunidad,
Álvaro